Esta semana por fin había secado el arroz que teñimos los días anteriores. Los peques se encontraron con todo el arroz mezclado en una bandeja, junto a dos palabras escritas en mayúscula, con la primera letra en color rojo y un cuento cuyo protagonista era un murciélago.
Este simpático animal nos presentaba en el cuento las vocales de una manera especial, puesto que se dedicaba a quedarse con todas las palabras que contenían las cinco vocales: bisabuelo, Aurelio, murciélago... Le gustaban tanto que por eso tenía todas en su propio nombre.
Después de su lectura descubrimos que Aurelio el murciélago nos había dejado todas las letras necesarias para componer las palabras murciélago y Aurelio de forma manipulativa. Para poder sacarlas del arroz utilizamos una pinza para seguir trabajando la motricidad y ponerle un punto extra de dificultad a la actividad.
Cada peque buscó una letra en el arroz y entre todos descubrimos cómo sonaba con ayuda de los gestos de Guberina. Finalmente, cada peque colocó sobre el modelo la letra que había encontrado. Al final de la actividad todos los peques preguntaban por qué había una línea encima de la letra E de la palabra murciélago y es que no podía resistirme a poner la tilde en esta palabra.
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