El viernes tras la actuación fuimos a visitar al Príncipe Aliatar, que es el mensajero de sus Majestades los Reyes Magos de Oriente.
Vivimos toda una aventura ya que teníamos que pasar desapercibidos por el cole y cuando pasaba alguien nos quedábamos quietos como estatuas... ¡Y encima, subimos en el ascensor del cole! Menos mal que la profe Anabel es un poco brujita y hace magia para que se abran las puertas del ascensor...
Al llegar allí el príncipe nos esperaba junto al Buzón Real rodeado de regalos. Vestía elegantes ropajes y llevaba puestas joyas grandes y brillantes.
Uno a uno nos acercamos a contarle si nos portamos bien en el cole, si somos trabajadores y nos esforzamos por aprender, si ayudamos a los compañeros en el cole y a las familias en casa, si pedimos perdón y perdonamos, si sabemos ser buenos amigos, si decimos 'por favor' y damos las 'gracias'... Y aunque a veces no fuésemos tan buenos como deberíamos, también se lo dijimos a Aliatar porque ya sabemos que es mejor decir siempre la verdad, aunque nos hayamos equivocado y nos cueste decirlo.
Al final resultó que todos somos buenos niños y niñas, y no sólo los dejó depositar la carta dentro del Buzón, sino que nos obsequió con una chocolatina a todos.
Ahora solo nos queda esperar a que los Reyes no nos traigan carbón...
Al final resultó que todos somos buenos niños y niñas, y no sólo los dejó depositar la carta dentro del Buzón, sino que nos obsequió con una chocolatina a todos.
Ahora solo nos queda esperar a que los Reyes no nos traigan carbón...