La niña del día fue Alejandra y estaba muy contenta de poder coger la varita mágica.
Despues de escuchar las canciones de la carita y de dibujar el cuerpo, se dibujó en la pizarra.
El baúl nos trajo un juego muy divertido de cocodrilos.
El juego consistía en que los cocodrilos se enganchaban en nuestro mandilón y los peques tenían que intentar soltarlos pero sin utilizar sus manos, solo el movimiento de su cuerpo.
Algunos peques necesitaron ayuda porque los movimientos que hacían eran muy suaves y no había manera de desprender a los cocodrilos.
Intentamos jugar por rincones, pero eso de estar con un solo juego les costó un poco, así que tendremos que ir trabajándolo un poco más.
Además de la lectura de cuentos también tuvimos juego libre, que de momento es lo que más nos gusta.
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