Hubo unos pocos lloros pero enseguida cesaron y comenzamos a trabajar un poco en la asamblea.
Allí nos esperaba un gran monstruo de colores y entre todos lo coloreamos con todas sus emociones desordenadas. Para ello hemos utilizado unos coches que pintan y a los peques les encantaron (son de Tiger).
Lo cierto es que nos quedó un monstruo chulísimo.
También trabajamos con las bolas de insertar. Algunos peques las insertaban muy bien pero hay otros que tienen que practicar un poco más.
Cuando llegamos del recreo, llegó el momento de relajarse un poquito para poder seguir jugando en los rincones del aula.
Algunos prefirieron el cuello de Gabriela que era más cómodo.
Y tras el descanso hemos vuelto a jugar en los rincones.
Todavía nos cuesta permanecer en el rincón que escogemos pero poco a poco lo irán haciendo fenomenal.
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