Los abuelos de Zaira han venido a enseñarnos una cámara antigua que tenían en casa.
Es una cámara de súper 8, que estaba genial pero que no podía proyectar porque tenía una luz fundida.
Pero fue una maravilla poder ver como eran las cámaras antiguamente.
Ahora practicamente ni se utilizan de manera casera, ya que todos disponemos de móviles con cámara. Pero a mí me hizo recordar las películas que nos grababa mi tío Juan cuando éramos pequeñas y que veíamos en la cocina de mi "güelita" proyectadas en una sábana.
¡Muchísimas gracias José y María Elena, por haber venido a enseñárnosla!
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