Han venido a vernos trabajar y cuidarnos mientras lo hacemos. Son pequeños, blanditos y muy muy muy buenos. Les encanta ver lo bien que trabajamos y nos acompañan para que lo hagamos fenomenal.
Solo tienen ojos porque lo que más les gusta es observar y no tienen boca porque no la necesitan para hablar. Solo se comunican con la seño y, si el ruido les molesta, la avisan para volver a su casita. Cuando terminamos de trabajar les damos un besito y los volvemos a guardar junto al resto de su familia.
Para que veáis que es verdad, aquí os dejamos algunas fotos.
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